viernes, 22 de enero de 2010

SHERLOCK HOLMES

Después de ver esta película, mi primer impulso es decir que es una mierda, de presupuesto, pero una mierda. Dándole vueltas al asunto, tal vez esté influido por las novelas y las películas que se han hecho del detective, puede incluso que todo sea una cuestión de prejuicios puristas, así que le voy a dar el beneficio de la duda antes de sugerir esperar a que se edite en DVD.

Lo cierto es que el bueno de Ritchie no puede ser el único culpable de la caracterización de estos improbables Holmes y Watson, e imposible guión, ya que el texto lo firman Michael Robert Johnson, Anthony Peckham y Simon Kinberg. Ni siquiera voy a decir que Ritchie se repite más que la cebolla y que su carencia de talento en la realización de cine (que no de videoclips) es más que evidente, y que ya ha tenido tiempo de demostrar que es capaz de hacer cosas diferentes. Desde la elección de los actores, pasando por la desmitificación del personaje, por el ritmo defectuoso y por la pretenciosidad del film, todo lo que se me ocurre es negativo.

Que conste que convertir a Downey Jr alias pseudo Sherlock en héroe de músculo no me parece mal, incluso se agradece. El problema es el resto de la caracterización. Olvidemos el pequeño detalle de que el personaje es yonki, que sólo lo recuerdo en la versión de Wilder, pero entiendo que para vender hay que obviar; olvidemos que Holmes es misógino empedernido y tal vez gay reprimido, pero no explicito como muestra esta versión; que le apasiona el violín y no las performances con cuerdas, y lo más importante; que su atractivo está en la pedantería de su deducción siempre por delante de Scothland Yard y no en la reproducción macarra de los hechos con la complicidad de la policía (como en la secuencia de la estrella en el suelo por ejemplo).

De Watson-Law poco o nada, ya que en esta buddy movie, es un personaje complementario cuyo única función (ya que la de cronista se le arrebatan con el punto de vista siempre en Downey Jr) la de médico, es anulada casi en el arranque del film, y sencillamente sirve de extensión como cinturón negro, y como niñera a tiempo completo de un enfermo mental... Del personaje interpretado Rachel McAdams poco o nada ya que está introducido como mero contrapunto femenino y apenas se notaría si se eliminara del film.

De la trama; la deficiente y un tanto equivoca mezcolanza de las sectas satánicas (luego arrebatada para no dejar nada a la imaginación) y las sociedades masónicas, lideradas por un personaje que ha perdido antes de comenzar y cuyo atractivo no es que sea una mente brillante, sino que conoce su propio plan, desmitificado casi desde el comienzo, desaprovechando el posible morbo de la inmortalidad, y arrebatando el misterio a una trama demasiado enrevesada para tan poco. Del tono; la comedia americana más burda muy lejos de la fina ironía y del humor negro ingles, olvidando el suspense y centrándose en la sorpresa. Del ritmo; deficiente y mal administrado con un metraje demasiado largo y mal distribuido, alargando demasiado secuencias que no aportan nada a la trama y dando demasiado peso a las secuencias de acción. Hasta tal punto, que el espectador llega el desenlace tan cansado que la efectista secuencia del puente resulta menos interesante que otras anteriores.

Lo peor de todo es que la presentación esquiva del personaje de Moriarty, promete una franquicia de varias partes iguales o peores que la primera. Por los mentideros corrió la voz de que cuando la Warner vio el primer montaje de la cinta, hizo a Ritchie grabar nuevas secuencias de todos los personajes y remontar todo el metraje. Me pregunto si dada su capacidad para la postmodernidad que rápidamente se quedan anticuada, la Warner volverá a contar con él para las secuelas, precuelas etc… La publicidad ha convertido la película en un éxito de taquilla, pero me temo que es un espejismo muy lejano al personaje literario de Arthur Conan Doyle, que realmente es el sustento del negocio, así que creo que puedo afirmar que no es una cuestión de purismo, sino más bien de sentido común decir que este Sherlock Holmes es una basura.

Víctor Gualda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo diría que lo han llamado Sherlock Holmes como lo podían haber llamado Sheldon Jones; es una historia como tantas otras; trama policiaca, con algo de acción, gracietas por aquí y allá y mucha "cámara coco" (ahora estoy cerca, ahora estoy lejos) para justificar el elevado presupuesto con algunos efectos especiales.
El caso es que hace tres días me pareció entretenida, y hoy ya no tanto.
Vamos, como avatar.