martes, 3 de febrero de 2009

EL CABALERO OSCURO Y EL JOKER


La última película de Christopher Nolan constituye una de las mejores y más interesantes propuestas del 2008. Con un ritmo impresionante, la tensión dramática se mantiene durante las más de 2 horas y media de duración, tiene un guión ágil, una buena realización que cuida todos los detalles y ante todo una magistral interpretación del “malvado de la película”, el joker, verdadero protagonista de esta “crítica”.
El origen del Joker nunca fue explicado claramente hasta el año 1988 en el cómic The Killing Joke, escrito por Alan Moore. En la historia, Moore retoma el caso de la Capucha Roja para contar un posible origen del Joker (ya que él mismo admite que no recuerda claramente como era su pasado y que siempre lo está reinventando), se lo muestra como un ingeniero anónimo que deja su trabajo en una planta de químicos para convertirse en comediante, pero fracasa rotundamente. Desesperado por mantener a su esposa embarazada, decide guiar a dos ladrones dentro de la planta y con esto ganar parte del botín. Mientras planeaban este robo en un bar, llega la policía y le informa que su esposa ha muerto electrocutada en un accidente casero. El ingeniero trata de salirse del plan, pero los ladrones le obligan a participar.
En la planta, los ladrones le entregan una máscara y lo nombran «Capucha Roja» (Red Hood). Una vez adentro, son detectados inmediatamente por el personal de vigilancia y los dos ladrones son abatidos por los disparos de los guardias, pero el comediante logra evadirles.
Preso por el pánico, el ingeniero escapa, pero aparece Batman y cae en una mezcla de químicos, del cual logra escapar al exterior a través de un tubo. Una vez afuera descubre que la reacción química le cambió permanentemente la apariencia a la de una especie de payaso: piel blanca, labios rojos y pelo verde. Este cambio de apariencia, más los infortunios de un día, lo llevan a quedar completamente loco y con esto se da origen al Joker.
Pero con “El caballero oscuro” hemos asistido a una extraña adaptación de este personaje, en la cual son irrelevantes sus origenes, su subjetividad, “nadie llega a entender la verdadera naturaleza del personaje”, ni los propios criminales, él se erige en un auténtico “agente del caos” (como el mismo se autodefine en la película). Realmente mi interpretación es que el joker no es un personaje, ni siquiera personifica el “mal”, en mi opinión él simple y llanamente representa el capitalismo, como Jacques Lacan definió alguna vez (quizás no en estos términos) como una forma de estructurar "el vacio”.
El joker tiene muchos planes pero todos son contingentes, el único límite es la ausencia de límites (lo que nos lleva del nuevo al “vacio”), en la conversación con Batman cuando está apresado en una comisaría, el joker defiende que él quiere mostrar “lo real”, que tras el orden social no existe ética, ni moral, todo está presidido por un “vacio” que el pretende hacer evidente. En cierto sentido la ambición no es un valor propiamente dicho sino un “motor” para la acción que nos lleva a la autofagocitación. No quiero extenderme mucho pero me parece que la idea que hay tras este personaje es tan potente, que solo por esta merece la pena ver la película, podría seguir hablando del suicidio de Heath Ledger, de la conversación que esté tuvo con Jack Nicolson antes de interpretar al joker y que esté le avisó de lo desestabilizante que podría ser interpretar a este personaje, pero todo esto forma ya parte de la leyenda.


Eregoyan

10 comentarios:

Anónimo dijo...

todo el mundo lo sabe, cuanto mejor definido este el personaje del "malo" mejor será la película. Lo que sucede aquí, es que el malo es el protagonista indirecto. la película trata sobre él, o sobre lo que él representa. El punto de vista principal (fundamental) está repartido entre batman y él, por lo que su protagonismo es aún mayor. Ese es el gran acierto (aparte de la interpretación, claro) Además de porque no es un malo convencional. Sus acciones representan el caos, no el mal. Para mi, el problema es que el complejo (o enfermedad) del personaje está demasiado llevado al límite, y no muestra ningún tipo de ambivalencia. Tiene su código moral y nunca se sale de él. Si el director hubiese mostrado un lado humano, tal vez con una o dos secuencias, el personaje hubiese crecido aun más. El problema es que al estar basado en un comic, el espectro de acción está determinado como antagonista y responde a todos los estereotipos y funciones del personaje dentro de la trama. Pero no hay que olvidar a Christian Bale, que hace un trabajo soberbio, ni a Aaron Eckhart, que es un personaje enlace entre ambos y que representa la fina linea entre el bien y el mal (o el exito y el fracaso). Tampoco hay que olvidar que otro de los aciertos de la película es que lejos del tenebrismo y casi expresionismo del comic y las otras versiones, Nolan presenta un Gotham perfectamente identificable. Podría ser el Nueva York actual. Incluso la fotografía oscura, contrastada y pesimista se puede identificar con la situación política y económica de los últimos tiempos de la era Bush.
Bi.

Anónimo dijo...

Tú mismo respondes con precisión y acierto a si un joker más humano hubiese sido más atractivo.
Partiendo de la base de que se trata de un arquetipo y de que en mi opinión,pese a lo desestructurado y omnipotente,está lleno de humanidad, lo que solicitas me hubiese resultado decepcionante.
El querer explicarlo todo siempre resta, y una tendencia muy dañina en gran parte del cine comercial americano es precisamente esa.Por no salirnos del género,recuerdo un "Hulk" dirigido por Ang Lee realmente infumable.
Zero

Anónimo dijo...

no me refiero a los origenes del personaje o su presunta locura. Al contrario eso le restaría atractivo. Voy a los atisbos de humanidad necesarios en cualquier ser humano. No creo que exista nadie totalmente bueno o totalmente malo. Las circustancias hacen al individuo (sean aceptadas socialmente o no). En el caso de este joker puede no haber orden en su mente, o tener un código moral propio, o sencillamente estar pirado. pero si acercas al personaje al espectador mediante la identificación (ya que la admiración está conseguida) logras algo maravilloso. Que el espectador no quiera que pierda como necesariamente va a suceder (y sucede) Además te alejas del estereotipo que lo único que consigue es lastrar al personaje. Aunque en su caso no haya más motivo que ser un reflejo de la desumanización de la sociedad.
Bi

Anónimo dijo...

deshumanización, claro

Anónimo dijo...

Querer acercarlo más al espectador sería un error.Tal vez con otro actor opinaría diferente,pero la composición del personaje por parte de Ledger es tan sublime que la humanidad se entrevee en cada uno de sus poros.
Y la encarnación del caos tiene que resultar omnipotente e incomprensible(todo lo contrario a la acción del hombre,dotadora de significado,incluso narrativo),algo que comprendió perfectamente Hitchcock en "Los pájaros" o si me apuras Herzog en "También los enanos comenzaron pequeños".
Zero

Anónimo dijo...

Aunque estoy de acuerdo en la gran interpretación de Ledger, no tanto en el trasfondo. No todo es caos por caos. El personaje busca de manera premeditada e indirecta hacer daño. Por lo tanto su locura es en parte impostada (tal vez sea esa la humanidad a la que te refieres). Otra cosa es que su interpretación haya trascendido al personaje. No me parece comparable con Los pajaros porque vemos como estos atacan en grupo, pero no pueden tener los mismos registros. De hecho no tienen ninguno. De la de Herzog no puedo hablar porque no la he visto.

Anónimo dijo...

Cuando el joker se define como "agente del caos" no quiere decir que sea el caos en si mismo, sino un sujeto activo creador de caos, nos quiere llevar con sus planes al caos, por lo tanto no excluye la racionalidad con arreglo a fines sino todo lo contrario.

Anónimo dijo...

qué pena, porque eso le desmitifica y lo convierte en un pirao más, al servicio de la trama.

Anónimo dijo...

En mi opinión la finalidad del argumento es transmitir ideas no mitos

Anónimo dijo...

yo prefiero que me cuenten historias y las ideas ya me las formo yo.