viernes, 20 de marzo de 2009

Jiří Menzel (Trenes rigurosamente vigilados y Yo serví al rey de Inglaterra)

















Hijo del conocido escritor y periodista Joseph Menzek, el joven Menzel pensó inicialmente en seguir los pasos de su padre y estudiar periodismo, pero finalmente ingresó en la Academia de Cine de Praga, de la que fue expulsado. No obstante, gracias a la intervención de uno de sus profesores, pudo continuar sus estudios.

Su ópera prima en el largometraje profesional, Trenes rigurosamente vigilados, supuso una grata sorpresa en el panorama del nuevo cine checo, al lograr el oscar a la mejor película de habla no inglesa. La película está considerada una de las obras cumbres de la cinematografía europea y se adscribe a la Nueva Ola checa.

A pesar de todos sus éxitos, Alondras en el alambre (Pack Primavera de Praga), su siguiente filme fué prohibido por el régimen checo. Esta película esta basada en un libro de cuentos de Bohumil Hrabal titulado Anuncio de una casa donde ya no quiero vivir. Tras el rodaje se prohibió la proyección de la película y hasta 1974 Menzel no volvió a dirigir.

En los ochenta Menzel rodó otras películas basadas en relatos de su escritor favorito, Bohumil Hrabal, como Mi dulce pueblecito, que fué nominada al Oscar a la mejor película no inglesa (Pack Primavera de Praga).

En el 2006 dirigió Yo serví la rey de Inglaterra, estrenada recientemente en nuestros cines.

Tanto en Trenes rigurosamente vigilados como en Yo serví al rey de Inglaterra, tenemos dos muestras de un cine cómico aderezado con referencias sociales, históricas e incluso reflexiones sobre la condición humana. En ambas películas el protagonista es una especie de Charlot que emplea el sentido común en situaciones donde prevalecen intereses o valores absolutamente arbitrarios, algo propio de la vida, lo que facilita la posibilidad de empatizar con el protagonista.

Pero además de situaciones cómicas, es destacable que frente al extrañamiento ante una lógica social que carece racionalidad, justicia y mesura, nuestro protagonista siempre responde con ironía, que en muchas ocasiones es una lógica magistral para ejercer una crítica efectiva.

Ambas películas también destacan por la genial interpretación, por su capacidad narrativa, pero sobretodo por la universalidad del mensaje implícito en las tramas. Cine cómico-social heterodoxo pero absolutamente genial.

Eregoyan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En "Yo serví al rey de Inglaterra" hay una reflexión amarga(de ahí la estructura)acerca de una vida que toma un camino erróneo:el arribismo.
Zero