martes, 13 de noviembre de 2007

SPIDERMAN 3

Qué decir de esta nueva entrega de Spiderman. En realidad viendo las dos anteriores está todo dicho. La presente no aporta más que nuevos personajes y por supuesto nuevas dosis de adrenalina y efectos especiales a raudales. De nuevo el superhéroe tendrá que salvar a la maltrecha ciudad de Nueva York de los supermalos de turno y poco más. Tal vez, la única aportación de la nueva entrega sea que Tobey Maguire se tenga que enfrentar con el malo maloso más complicado con que se podía enfrentar. Él mismo. Y es que no hay enemigo más complicado que el “lado oscuro” que todos llevamos dentro. Cuando este enemigo se te presenta, no sólo en el caso de Spiderman, es difícil controlarlo. Por supuesto para el superhéroe esta dificultad es perfectamente superable. Basta que pierda a su fracasada novia (otra novedad de personalidad) Kirsten Dunst y que reciba homenajes por toda la ciudad para que se de cuenta que de que se está dejando llevar por su ego.

Las tramas y subtramas se cruzan a lo largo de un metraje excesivamente largo, casi dos horas y media. El enfrentamiento con su amigo Harry Osborn, (James Franco), para comenzar con alegría la película, acaba con la perdida de memoria del hijo de Duende Verde. Por otro lado está el bueno-malo por las circunstancias “hombre de arena”. Trama tramposa que modifica los sentimientos del espectador zarandeándolos de forma que no sabe como posicionarse a lo largo de todo el metraje, excepto cuando los guionistas deciden reintroducir una trama prestada del primer capítulo de la saga (el asesinato del tío de Peter Parker). A esto le añadimos la repentina competencia del nuevo de la oficina. Un chaval dispuesto a cualquier cosa para conseguir triunfar en el difícil mundo de la empresa, y que está colocado por los Raimi como conejillo de indias para probar el mal y convertirlo en antagonista de Spiderman, todo ello a través de un meteorito que desecha una extraña sustancia que como una infección posee al que tiene cerca sacando lo peor de él. Primero es Spiderman quien prueba sus nocivos efectos, pero con su supervoluntad es capaz de superar esto y mucho más. Atención en este punto a la secuencia tipo cabaret-chugo-voy a darte celos a mi chica. La subtrama de la prota Kirsten que se aleja cada vez más de Tobey por sus propias inseguridades y su fracaso profesional, y a la que su caché le permite colocar una antagonista femenina para así conseguir darle más carga emocional a un personaje que trata de ser un poco menos de cartón piedra, o mera acompañante del superhéroe. Por último una pirueta más para terminar con la redención del amigo Franco, que había recuperado la memoria y en mitad de la película se había empeñado en hacerle la vida un poco más difícil a su ex (ahora no, ahora si) de nuevo superamigo, con un puntito final emocional para que el paciente espectador tenga algo que lamentar.

En definitiva, los guionistas Sam e Ivan Raimi y Alvin Sargent han tratado de profundizar en los personajes (más que los originales de Stan Lee y Steve Ditko) dotándolos de personalidad y sentimientos, pero claro, en una película de estas características esto es casi misión imposible sin caer en el estereotipo en el que irremediablemente caen uno tras otros todos los personajes. Tengo que reconocer que me podía haber indignado en otra ocasión, pero aquí sucede lo contrario. Había oído comentarios antes de verla tipo... "es una película infantil..." Eso me hizo recapacitar sobre el tipo de película al que me enfrentaba. Así que traté de verla sin ideas preconcebidas. Es una película infantil y funciona como tal. Es absurdo querer ver Tarkovsky en una película de Spiderman, así que creo que si falla es por la dualidad que le tratan de dar a los personajes. En una película de estereotipos, los buenos tienen que ser buenísimos y los malos malísimos, no puedes marear al niño de diez años alargando una trama que no va a entender, porque cuando llegue la escena final estará demasiado cansado y confuso como para disfrutarla.

De cualquier forma, después de ver "Superman Returns" recientemente, me inclino a pensar que cualquier entrega de Spiderman es una obra maestra por comparación, y eso que desde la primera, tengo claro que ni Maguire, ni Dunst eran los actores que la saga necesitaba.
Víctor Gualda.

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