sábado, 23 de mayo de 2009

ASALTO A LA COMISARIA DEL DISTRITO 13

Por su parte en “Asalto …”, su escasa escenografita se debe a lo escaso del presupuesto. Unas secuencias en exteriores que presentan a los distintos personajes, y que van a desembocar en una comisaría desvencijada por traslado, a cargo de un policía novato. Será el violento escenario en el que unos pistoleros tendrán que hacer frente a los vengativos (la venganza mueve toda la trama) pandilleros sin rostro. Al héroe Bishop, le acompañara el antihéroe Napoleón Wilson y la chica, como socios de este western urbano.

Quiero destacar la capacidad narrativa de Carpenter que también firma el guión (además del montaje, música) utilizando un par de elementos, prescinde de la coherencia narrativa y busca una situación extrema que defiende a lo largo de más de una hora de metraje con un ritmo y potencia visual imparable. Y si al texto se le puede atribuir cierta falta de coherencia, es por que claramente el director prescinde de las florituras tradicionales, pero no hay que olvidar que los diálogos son fantásticos, y que la unión de personajes antagónicos por un mismo objetivo es magistral, contra un enemigo despersonalizado y sin más matiz psicológico que la violencia por violencia. De esta forma, se lanza a un western clásico (se le atribuye un homenaje a Howard Hawks en Rio Bravo) en el que un trío protagonista tendrá que enfrentarse contra el mal en forma de pandilla urbana.

Me gustaría destacar en esta, la presentación de los personajes por medio de tramas paralelas en la primera media hora de película. Los presos en el autobús, el novato que se queda a cargo de la comisaría desmontada por traslado, los malos malísimos, que buscan víctimas y crean la tensión que se alargara en toda la película. Y cómo no, la premisa necesaria para que la trama arranque, que le cerraría las puertas a cualquier director a Hollywood, con el cruel asesinato de la niña y la huida del padre vengativo buscando refugio.

A partir del encierro en la comisaría, pura acción a tiempo real (incluso hay referencia a este por parte de Bishop). La sensación de agobio y asfixia presente a lo largo de todo el metraje y aumentada por el corte de luz, la relación entre los antagonista, Ethan Bishop (Austin Stroker) como personaje recto y moral dispuesto a cumplir su cometido hasta las últimas consecuencias, y sobre todo el de Napoleón Wilson, como antagonista antihéroe que tanto le gusta a Carpenter. El buen ritmo, los buenos diálogos e interpretaciones, con la excepción de Leigh (Laurie Zimmer) que tal vez debería haber muerto en el envite (de lo mala que es), y las secuencias de acción a tiro limpio, hacen el resto. En cuanto a la música, compuesta por el mismo Carpenter, consigue crear sensación de agobio, aunque es un tanto ochentera (con sintetizador incluido), y tal vez esté sobrevalorada. En definitiva, un clásico mejor que su remake, y uno de los títulos emblemáticos del director. Imprescindible.

Víctor Gualda.

No hay comentarios: