jueves, 5 de julio de 2007

PARIS JE T`AIME


Si fueras director de cine y te propusieran rodar un cortometraje de cinco minutos que se desarrollara en uno de los distritos de Paris a gastos pagados y cobrando un buen dinerito qué dirías... algo así ha debido ser lo que ha sucedido con esta películita. Unos productores espabilados han debido de pensar que sería una buena idea para sacarle los cuartos al espectador con la excusa del mito de la "ciudad del amor". Mito por otra parte un poco manido y que poco tiene que ver con la realidad. Pero así somos. Alguien decidió que Paris era el estereotipo perfecto. Tal vez por la belleza arquitectónica de la ciudad... Humprey Bogart lanzó la mítica frase de "...siempre nos quedará Paris", una foto de un beso delante del hotel D´ville (que ahora es un centro comercial) y todos como borregos nos lo hemos creído. Así es esta película. Un quiero y no puedo capitulado en el que se desarrollan presuntas historias de amor. Apellidos ilustres a borbotones y poco más que otra película olvidable. Ni los Gus Van Sant, ni las Coixetes (y amiguetes) ni los Cohen (tal vez la historia más divertida) ni ninguno, pueden disimular el tostón de película sin pies ni cabeza que nos presentan. Poco o nada hay que decir del guión que se reduce a alguna mera anecdota,. Pocos comentarios de los actores, igual que de las direcciones. Ni siquiera la fotografía de ninguno destaca por su belleza. Espero que al menos les hiciera buen tiempo, porque yo no he tenido esa suerte las veces que he ido.

Por hacer un examen algo más pormenorizado, pero espero que no tan aburrido como el total del metraje (si te sucede, tienes la opción que utiliza Cortazar en Rayuela y pues saltarte este par de párrafos descriptivos que son complementarios) La película comienza por el distrito de Monmatre. Bruno Podalydès dirige un corto que promete más de lo que da, con un par de personajes tortuosos y torturados, almas gemelas que se cruzan y se encuentran. Quais de Seine; dirigido por Gurider Chadha nos muestra una historia demasiado moralizante y demasiado influida por la religión. Por otro lado Le Marais, dirigida por Gus Van Sant, en la línea del director, trata sobre la incomunicación verbal pero no física y resulta un tanto aburrido. El dirigido por los Cohen (para mi, como ya he dicho antes él más divertido) sobre Tuiliries, en el que adivino la intención del los hermanos de relacionar el nombre del distrito con la historia de violencia que desarrolla. Walter Sales y Daniela Thomas muestran en Loin du 16ª una paradoja sobre inmigrantes que cuidan a hijos ajenos, sin tiempo para cuidar los propios.
Porte de Choisy está dirigido por Christopher Doyle… No sé que decir de esta historia porque no he conseguido entenderla (Igual alguien me la puede explicar). Nuestra representante patria en la película Isabel Coixet, se ocupa del distrito de Bastille, con una reiteración sobre la muerte y el amor, igual que en sus dos anteriores largos. Estética de anuncio que tanto le gusta y sus amigos actores fetiche... más de lo mismo vamos. Place des Victories, por Nobuhiro Suwa, no es más que otro dramón interpretado por la mega dramática Juliette Binoche sobre la muerte de un hijo. Tour Eiffel por Sylvain Chomet es sin duda la historia más aburrida de toda la película. En ella la directora toma a un par de mimos como protagonistas con la excusa de la historia que cuenta un niño. Tengo que reconocer que en este momento paré el dvd y me fui a dormir.

La siguiente sesión comencé por donde lo había dejado el día anterior con energías renovadas. El cortometraje era el dirigido por Alfonso Cuaron. Poco que decir de él, salvo que está interpretado por Nick Nolte y que está rodado en un plano secuencia. El siguiente distrito, el de Quartier des Enfants Rouges está dirigido por Oliver Assayas, y cuenta una historia de malentendidos y atracción entre camello y cliente con el cine de trasfondo. Places des Feles es el distrito del que se ocupa Oliver Schimitz, y para mi, es si duda el mejor corto de toda la película. El motivo; es el único que realmente cuenta una historia. Una vez más de amor y muerte con flash back incluido. Una pequeña joya nada pretenciosa de encuentro, desencuentro y simbología. Richard LaGravenese dirige Pigalle. Una historia de juegos sexuales entre una pareja de actores que tratan de recuperar la pasión. Con dos pesos pesados Fanny Ardant y Bob Hoskins que bordan sus papeles. Quartier de la Madeleine de Vincenzo Natali ó como dirigir un anuncio de colonia en Paris. Lo mejor del corte, que no tiene un solo diálogo. Wes Craven hace gala de lo yankie que es en una historia de desencuentros con final feliz en el Pere la Chaise, frente a la tumba de Oscar Wilde. Con aparición del autor y varias citas del mismo incluidas... y en este punto llegamos a la que probablemente sea la historia que más le guste a la mayoría de los espectadores. La del alemán Tom Tykwer, que vuelve por sus foros después del desastre de "El perfume" para presentarnos una historia en la que Natalie Portman sustituye a su musa Franka Potente en una historia de amor, desamor y malentendido más destacable por su forma que por su fondo, pero que parte de una buena idea.

La penúltima de las historias está dirigida por Frederic Auburtin y Gerard Depardieu (que se reserva un cameo) y es un claro homenaje al maestro Cassavettes con Genna y Ben (Rowlands y Gazzara por supuesto) como protagonistas. La última de las historias dirigida por Alexander Payne sobre 14ª Arrondissement, que en un esfuerzo por ser benévolo, trato de relacionar con los relatos de Raymon Carver y creo entender que es una crítica a la clase media americana fuera de su contexto habitual.

En fin, una película absolutamente prescindible, pero con unos créditos que quitan el hipo... Quiero aprovechar este espacio para proponer a los productores españoles que hagan algo parecido en Madrid. ¿Se imaginan? Malasaña (o Maravillas, como se prefiera) dirigida por Calparsoro, con las cargas policiales como trasfondo de una historia de amor entre una punki y un policía. Barrio de Salamanca con una historia de terror o suspense dirigida por Alejandro Amenabar. La trama; Un asesino en serie que se dedica a asesinar octogenarios. Lavapies , dirigida por Santiago Segura y con su única creación propia como protagonista. Torrente masturbándose mientras observa a una vecina que trabaja en un chino... y así sucesivamente, incluyendo por supuesto el hilo conductor de toda la película... la aparición estelar de Gallardón escondido tras su casco de moto, recorriendo las calles de Madrid hasta llegar al balcón del templo de Debod, desde el que observa sus dominios. Un peliculón vamos.

Víctor Gualda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo aún no he visto esta peli. Pero aunque sólo sea por saber si es tan prescindible como contáis, voy a intentar hacerle hueco esta semana.

La propuesta para MAdrid me parece estupenda!!!!