El estreno de la última película de la saga Indiana Jones, me pareció una excusa perfecta para hacer una revisión de la trilogía. Después de ver “En busca del arca perdida”, es fácil entender el éxito. Y es que la primera entrega es una obra maestra que merece estar en las listas de mejores películas de la historia.
Todo el mundo sabe que la idea partió de George Lucas, que fue matizada por Philip Kaufman, y que Spielberg además de dirigirla, aportó detalles importantes, pero lo que no tanta gente sabe, es que Spielberg tiene un merito adicional, que probablemente marque el gran éxito de la saga. El caso, es que el “rey Midas” de Hollywood es un gran cinéfilo, que siempre está al tanto de nuevos directores, actores y guionistas. Él fue quien descubrió a Lawrence Kasdam, (que por aquella sólo había conseguido vender un par de guiones en Hollywood) y le dio la oportunidad de dar forma sobre la idea del personaje ya compuesto (Lucas), y a la búsqueda del arca de la alianza (Kaufman). Y es que lo mejor de “En busca del arca perdida” es sin lugar a dudas su guión.
Kasdam, que luego fue guionista de la segunda entrega de “Stars Wars” (para mi, la mejor con diferencia), aportó todo lo que necesita una película de aventuras. Escribió un guión complejo, al más puro estilo clásico de cinco actos No es sencillo que la película no decaiga en un solo momento. Para ello, introduce puntos de giro casi cada diez minutos, y entre el tercero y cuarto (acto), que es el momento más lento, y narrativo del metraje, utiliza acciones paralelas para evitar decaiga el ritmo. Además las constantes escenas de acción, respetan los tempos para que el espectador descanse entre una y otra, pero sin permitir que pierda interés ni un minuto. Cada acción lleva a la siguiente, y el espectador no puede despegar los ojos de la pantalla. Tal vez el último acto, cuando los alemanes han recuperado el arca y se lo llevan a una isla para abrirla, sea el momento más bajo narrativamente, ya que el personaje no interviene directamente en la resolución y la película se solventa en un “Deus ex machina”. Pero para esta ocasión, los efectos visuales introducidos, (que es lo que “peor” ha envejecido de la cinta) y la inteligencia del héroe, suplen a la perfección los esfuerzos físicos.
Otros elementos que influyen directamente en el éxito de Indiana, es la historia de amor entre Ford y Allen (Karen), que sigue las reglas de las series dramáticas y se mantiene en una tensión sexual no resuelta a lo largo de toda la película. Otro es el tono. Es una película de acción, pero en tono de comedia, y es que los constantes gags, inteligentemente distribuidos a lo largo de las casi dos horas, hacen que el espectador se identifique aun más, si cabe, con el personaje interpretado a la maravilla por Harrison Ford. -Me pregunto qué hubiese sucedido si Tom Selleck hubiese aceptado el papel-... Probablemente que él tendría ahora la carrera de Harrison, pero en vez de eso, prefirió hacer la serie Magnum... creo que todos los fans de Indiana Jones se lo agradecemos.
De cualquier forma, como todo tiene una fuente de inspiración, los elementos aventureros del Doctor Jones, me recordaron poderosamente una peli que vi en la infancia cuyo protagonista era el recientemente fallecido Charlton Heston. “El secreto de los Incas” (creo). En ella encontramos muchos de los elementos incluso de vestuario de nuestro héroe. Y es que su “look” es inconfundible. Basta con una sombra que deje entrever su gorro para que sepamos de quién hablamos. Su vestuario forma parte indispensable e inseparable del mito, y en la última entrega, pudimos ver en uno de los maiking off como Spielberg se esmeró en conseguir que le hiciesen a mano una colección de gorros de fieltro de diferentes formas y tamaños para el rodaje, en la tienda de Jones de siempre “Herbert Jonson”, o el látigo de piel de canguro en “David Morgan”. Como un elemento más que le identifica, también la música del habitual de John Williams es imprescindible. Así que este aventurero de Lucas, transformado en una especie de James Bond de Spielberg, parece que va a cumplir su contrato original de cinco partes, que era lo que en principio se firmó con la Paramount (aunque la tercera parecía ser la última). Eso si, me da la impresión que la ilusión inicial se ha sustituido por la maquina de hacer dinero que es la saga; series, cómics, videojuegos, etc... y es que con la pasta que se van a sacar sus responsables con su “arriesgado contrato” (tienen que recaudar al menos lo que costó para empezar a cobrar), Ford parece haber confirmado su presencia en la quinta... si no tardan otros veinte años en rodar.
Víctor Gualda.
Todo el mundo sabe que la idea partió de George Lucas, que fue matizada por Philip Kaufman, y que Spielberg además de dirigirla, aportó detalles importantes, pero lo que no tanta gente sabe, es que Spielberg tiene un merito adicional, que probablemente marque el gran éxito de la saga. El caso, es que el “rey Midas” de Hollywood es un gran cinéfilo, que siempre está al tanto de nuevos directores, actores y guionistas. Él fue quien descubrió a Lawrence Kasdam, (que por aquella sólo había conseguido vender un par de guiones en Hollywood) y le dio la oportunidad de dar forma sobre la idea del personaje ya compuesto (Lucas), y a la búsqueda del arca de la alianza (Kaufman). Y es que lo mejor de “En busca del arca perdida” es sin lugar a dudas su guión.
Kasdam, que luego fue guionista de la segunda entrega de “Stars Wars” (para mi, la mejor con diferencia), aportó todo lo que necesita una película de aventuras. Escribió un guión complejo, al más puro estilo clásico de cinco actos No es sencillo que la película no decaiga en un solo momento. Para ello, introduce puntos de giro casi cada diez minutos, y entre el tercero y cuarto (acto), que es el momento más lento, y narrativo del metraje, utiliza acciones paralelas para evitar decaiga el ritmo. Además las constantes escenas de acción, respetan los tempos para que el espectador descanse entre una y otra, pero sin permitir que pierda interés ni un minuto. Cada acción lleva a la siguiente, y el espectador no puede despegar los ojos de la pantalla. Tal vez el último acto, cuando los alemanes han recuperado el arca y se lo llevan a una isla para abrirla, sea el momento más bajo narrativamente, ya que el personaje no interviene directamente en la resolución y la película se solventa en un “Deus ex machina”. Pero para esta ocasión, los efectos visuales introducidos, (que es lo que “peor” ha envejecido de la cinta) y la inteligencia del héroe, suplen a la perfección los esfuerzos físicos.
Otros elementos que influyen directamente en el éxito de Indiana, es la historia de amor entre Ford y Allen (Karen), que sigue las reglas de las series dramáticas y se mantiene en una tensión sexual no resuelta a lo largo de toda la película. Otro es el tono. Es una película de acción, pero en tono de comedia, y es que los constantes gags, inteligentemente distribuidos a lo largo de las casi dos horas, hacen que el espectador se identifique aun más, si cabe, con el personaje interpretado a la maravilla por Harrison Ford. -Me pregunto qué hubiese sucedido si Tom Selleck hubiese aceptado el papel-... Probablemente que él tendría ahora la carrera de Harrison, pero en vez de eso, prefirió hacer la serie Magnum... creo que todos los fans de Indiana Jones se lo agradecemos.
De cualquier forma, como todo tiene una fuente de inspiración, los elementos aventureros del Doctor Jones, me recordaron poderosamente una peli que vi en la infancia cuyo protagonista era el recientemente fallecido Charlton Heston. “El secreto de los Incas” (creo). En ella encontramos muchos de los elementos incluso de vestuario de nuestro héroe. Y es que su “look” es inconfundible. Basta con una sombra que deje entrever su gorro para que sepamos de quién hablamos. Su vestuario forma parte indispensable e inseparable del mito, y en la última entrega, pudimos ver en uno de los maiking off como Spielberg se esmeró en conseguir que le hiciesen a mano una colección de gorros de fieltro de diferentes formas y tamaños para el rodaje, en la tienda de Jones de siempre “Herbert Jonson”, o el látigo de piel de canguro en “David Morgan”. Como un elemento más que le identifica, también la música del habitual de John Williams es imprescindible. Así que este aventurero de Lucas, transformado en una especie de James Bond de Spielberg, parece que va a cumplir su contrato original de cinco partes, que era lo que en principio se firmó con la Paramount (aunque la tercera parecía ser la última). Eso si, me da la impresión que la ilusión inicial se ha sustituido por la maquina de hacer dinero que es la saga; series, cómics, videojuegos, etc... y es que con la pasta que se van a sacar sus responsables con su “arriesgado contrato” (tienen que recaudar al menos lo que costó para empezar a cobrar), Ford parece haber confirmado su presencia en la quinta... si no tardan otros veinte años en rodar.
Víctor Gualda.
3 comentarios:
Creo que Indiana es el último héroe y Harrison Ford la última estrella. Si queremos una de aventuras, ahora tenemos que conformarnos con héroes mutantes venidos del cómic y que son todos el mismo perro con distinto collar (da igual que el alter ego sea un murciélago,una araña o un tipo verde hipertrofiado)Para mí es un peliculón se pongan como se pongan los intelectualoides antigringos, al cesar lo que es del cesar y hubo una una época lejana en que eran los mejores.
No sé utilizar valoraciones objetivas en cuanto a guion (estoy muy verde en ese tema) pero lo que si puedo decir es que siempre que veo la peli tengo la sensación de que ha durado media hora.Es cierto que Indiana recuerda mucho a aquel Charlton Heston (mucho más acartonado y con vis cómica cero, me refiero a Heston, of course)pero para mí lo mejor del personaje es su "doble" personalidad, me encanta la escena de la clase, ese doctor Jones tímido,con gafas y pajarita que hace suspirar a las alumnas (una se pregunta si ese lechuguino provoca esa reacción, qué pasaría si las alumnas lo vieran en plena acción, sudoroso, sin afeitar y dádole al látigo... probablemente lanzarían ropa interior al encerado)
Para acabar (qué empiezo y no tengo medida) me encanta Karen Allen y ha sido una noticia estupenda saber que reaparece en está última entrega. Recuerdo que antes de que estrenaran Indiana Jones, la vi en la versión televisiva de Al Este del Edén y ya flipé.Otra de mis escenas favoritas es el duelo de chupitos entre ella y una bestia parda. Creo que interpretar con verdad un personaje de aventuras y ponerle carne puede ser más dificil que una Lady Macbeth (o por lo menos es más facil dar el pego, como estamos hartos de ver, con un momólogo heavy o con una caratrización poco favorecedora) a veces este tipo de trabajos (los de aventuras) se infra valoran pero es dificilísimo no chirriar...
He intentado encontrar algún punto en el que llevarte la contraría para animarte el domingo, pero no ha habido suerte
Ah! también de acuerdo (lo siento) con lo de la escena que peor ha envejecido. Ahora provoca un pelín de risa la verdad, pero cuando la ví por primera vez me quedé pegada a la butaca (claro que tanto la pelí como yo eramos muuuucho más jóvenes)
Margüita dijo...
Y justo esta mañana leí que ha sido desbancada por Sex in the City.
He visto la etiqueta de la peli. ACCIÓN, AVENTURAS.
;-)
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