martes, 28 de agosto de 2007

SMOKE


Hace unos días me preguntaban si sería capaz de hacer una lista con las diez películas que más me gustan. Es difícil decantarse en un arte que ha dado inmensas obras maestras. Pero después de pensarlo detenidamente, y a pesar de que hay muchas a las que les reconozco mayor valor cinematográfico, estético o compromiso, no dudo al incluir “Smoke” en mi lista particular ocupando un lugar destacado entre las cinco primeras, a pocos puestos de “El padrino” que es para mi sin duda la primera del listado.

“Smoke” es una película pequeña, muy pequeña. Una película de personajes. Una obra literaria. Una radiografía de un sector de la población media del barrio neoyorkino de Brooklyn. Una película de cine independiente. Escrita y codirigida por Paul Auster junto a Wayne Wang en la primera incursión del escritor en el cine. “Smoke” tiene todos los elementos de una obra literaria, pero con un estructura de guión cinematográfico. División en tres actos, puntos de giro, diálogos precisos etc... Comandada magistralmente por el ex marine Harvey Keitel , que con su estanco sirve de línea narrativa y punto de unión de varios personajes y tramas. El estanco es el punto de punto de encuentro para gente del barrio en el que hablan de béisbol y de otros temas intrascendentales. En él (el estanco merece el trato de un personaje más) conocemos a Paul Benjamín (seudónimo que el propio escritor utiliza en su primera novela policíaca “Jugada de presión”) interpretado por John Hurt. Un escritor de novelas policíacas bajo seudónimo, que vive encerrado en su casa (como símbolo de su encierro en si mismo) desde que murió su mujer y su hijo en un accidente. Como en una estructura de cajas chinas, que tanto le gusta a Auster, cada historia va dando lugar a otra y a partir de él conocemos a Rashid Cole, un chaval con problemas por haber robado un dinero a un ladrón de barrio. A partir de su huida el espectador y el propio Rashid conocerán a su padre manco interpretado por Forest Whitaker y la relación que se establece entre ambos. También el bueno de Keitel tiene sus propios problemas parentales ante la aparición de una ex que le pide ayuda con la hija de ambos...

La estructura es sencilla, un primer acto nos presenta a los personajes, principales y secundarios que se encuentran en el estanco. Allí todos cuentan sus anécdotas, allí todos son iguales. No hay buenos o malos, y especial mención merece el cameo de Jim Jarmusch, referente del cine independiente mundial. El segundo acto divide y separa las tramas. Unas dan lugar a otras como en la vida misma, para que todas se desarrollen independientemente. Las resoluciones se solucionan independientemente hasta que se encuentran en un tercer acto que culmina con el cuento de navidad con el que Keitel obsequia al espectador (representado por Hurt) en forma de monólogo. El cuento de navidad que Auster escribió para el New York Times y del que surgió la posibilidad para el escritor de hacer el guión de la película.
Las acciones de la película están contenidas en los diálogos. La anécdota del peso del humo. El “trabajo” de Keitel que tiene un compromiso consigo mismo y con su cámara fotográfica, ó el cuento del que hablaba en el anteriormente. No hay héroes ni villanos, no hay protagonistas y antagonistas. Hay personas atrapadas en una línea narrativa que abarca un tiempo limitado tal vez por un par de semanas. Los actores hacen grandes a sus personajes aportando credibilidad y huyendo del estereotipo fácil, como decía siendo personas. Cuando la película termine seguirán siendo los que eran. Sólo habrán crecido por sus experiencias vitales que podrían ser las de cualquier persona de la calle. Nada de tramas rebuscadas, nada de artificios, nada que no puedas encontrarte en cualquier punto de reunión de cualquier país, ya sea un bar, un videoclub, o una librería. Las religiones, las culturas, la política internacional, las razas no tienen cabida en este micromundo que representa el barrio y del que todos de una forma u otra formamos parte.

Después de Smoke, todos los involucrados en el proceso estaban tan encantados que con un poco de tiempo más y muy poco presupuesto rodaron otra película en la que lo único que vemos son personajes de los que pasan por el estanco y que cuentan una historia. “Blue in the face” no es una película. No tiene estructura, más bien parece la suma de los descartes de material que no se pudo incluir en su hermana mayor “Smoke”, pero una vez más resulta interesante este material que casi podría considerarse documental sino fuera por el peso de los nombres que intervienen en la segunda (Lou Reed, Mira Sobrino, Michael J Fox, Madonna...). Según el propio Auster “- Blue in the face no es una continuación de Smoke. Aunque se basa en escenarios y personajes de esa películas, corre en una dirección totalmente nueva. Su espíritu es cómico; su motor es cómico; su motor son las palabras; el principio de guía es la espontaneidad...” los personajes tendrán su momento de gloria de la duración de un rollo de película, unos diez minutos... Si queréis saber más sobre todo el proceso de ambas películas os recomiendo la edición que publicó Anagrama del guión y que incluye entrevistas con el propio Auster desgranado todo el proceso.

Un par de metrajes dignos de admiración y que debería servir de guía sobre el tipo de cine que deberíamos hacer en nuestro país. Porque los temas y los personajes con los que nos identificamos interesan en cualquier parte del mundo, traspasan fronteras. En este caso con Brookyn como trasfondo. Pero historias que perfectamente podrían desarrollarse en Malasaña, La Latina o cualquier barrio de cualquier gran ciudad.

Víctor Gualda.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdos. Dos obras del cine. Dos historias con algo de cada de uno de nosotros, llevadas a la pantalla con una interpretación envidiable.

Enhorabuena por la crítica. Se nota la pasión cuando escribes sobre tu "top ten"!!!

Anónimo dijo...

Buen comentario. Enhorabuena.
¿cuales crees exactamente que son los puntos de giro de la película?
1. Cuando Rashid salva a Paul.
1 1/2. Historia del padre congelado.
2. El tren
3.El cuento de navidad.

¿ estarías de acuerdo?
Gracias :)

Elizabeth Prada dijo...

para seguir con una mirada hacia los espacios libres la real actitud es buscarle la alternativa a los fumadorews, por ejemplo la utilizacion de cigarrillos electronicos, no se porque se empecinan en librar del smok argentina hay otros recursos para que todos disfrutemos de lo que nos gusta!